Porqué forjamos espadas?
Las espadas están aquí, dentro de nosotros.
Nos son tan propias como la sangre que corrió por sus
filos.
Están en nuestra “humanidad”, metidas en nuestro acervo
cultural, apiñadas de a montones por la herencia, descriptas en las leyendas y
repartidas por la historia. Transmitidas de generación en generación a través
de canciones, la poesía, la narrativa y el teatro. Se colaron sin problemas
hacia expresiones artísticas más modernas como el cómic o los videojuegos.
Las encontramos en el puño de héroes de mármol y bronce
de las plazas y también armando el brazo de villanos, piratas, en los naipes y
en la Biblia. Trascendieron la dimensión de arma blanca obsoleta y mutaron
hacia el símbolo, el emblema. Ayudaron a hacer visible lo que no tiene imagen,
ya sea en la mano de una mujer con los ojos vendados y una balanza o colgada de
un único pelo de crin de caballo sobre la cabeza de Damocles. Se hicieron
mágicas y también adquirieron Poder.
“La espada... ¿sabe vuesa merced lo que es la espada? Con ella enderezamos entuertos, castigamos sinrazones, levantamos caídos, remediamos desdichas y desfacemos agravios.” (Montalvo, Juan: Capítulos que se le olvidaron a Cervantes, 1895)
“Hay una bestia en cada hombre que se despierta cuando pones una espada en su mano.” (Personaje Jorah Mormont en Martin, George R. R.: Juegos de Tronos, 1996)
“—Es inútil cargarse con diez espadas. Más vale llevarse una sola, y buena, y saberla usar.” (Wood, Robin: Nippur de Lagash, 1973)
“—Ved esta espada sangrienta, ved sudoroso el caballo, es así como se vence a los moros en el campo.” (Cantar de Mio Cid, 1200)
“Impresionante… ¡Muy impresionante! Controlas tu miedo, Obi-Wan te ha instruido bien.” (Darth Vader a Luke Skywalker, durante el duelo de sables de luz del film STAR WARS, episodio V, El Imperio Contrataca, 1980
“un sable me hacía cosquillas
“Y la sangre se me heló
“dende ese memento yo
“me salí de mis casillas.”
(Hernández, José: El gaucho Martín Fierro, 1872)
“Quien mata de lejos es peor que los otros hombres, porque ignora la cólera, y el odio, y la venganza, y la pasión terrible de la carne y de la sangre en contacto con el acero; pero también ignora la piedad y el remordimiento. Por eso, quien mata de lejos no sabe lo que pierde.” (Personaje Alatriste en Pérez-Reverte, Arturo: El sol de Breda, 1998)
Obviamente que esta lista es acotada, ya que podría extenderse llenando cientos de hojas. Sin embargo, sirve para ilustrar en cierto modo cómo llegamos a forjar espadas y a volcar parte de nuestro trabajo en este Blog.
Buenas noches, por favor....es hermosa....
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