Wyvern sword. La espada del Guiverno

De la serie de Espadas de Poder:

La espada Guiverno 
Dentro del bestiario medieval europeo destaca el wyvern o guiverno, un dragón alado y dotado de solo un par de patas representado a veces con amenazantes garras delanteras, aunque hay manuscritos donde está ilustrado como bípedo, erguido sobre sus patas traseras. Posee cuerpo de serpiente anillada y una cola terminada en punta o en flecha. Las alas pueden ser emplumadas tipo halcón o membranosas como murciélago. Según los relatos eran cazadores muy astutos. Sobrevolaban con sigilo sus presas, evitando alertarlas con la propia sombra. Acechaban ocultándose en el follaje de los árboles más altos, devorando vacas, ovejas y personas. Poseían fuerza y resistencia extraordinaria, su aliento era venenoso y a menudo su sangre tenía poderes mágicos. Una de las leyendas que inspiró esta espada cuenta lo siguiente: Érase una vez Thyrus una terrible "fera", una especie de dragón o serpiente de agua con alas, que vivía en las marismas cercanas a Terni, en un paraje llamado "La Chiusa". Documentos de la época lo describían de la siguiente manera: “Thyrus è un animale simile al Drago con due piedi con ale e con lunga coda e ritorta” (Thyrus es un animal parecido a un dragón con dos pies, con alas y una cola larga y retorcida). Los habitantes de La Chiusa, eran atacados y muertos por un wyvern del tamaño de un buey y los que pasaban cerca del lugar enfermaban y morían a causa del aliento malsano del monstruo. El guiverno luego de causar mucho daño en La Chiusa, comenzó a colarse por las calles de la ciudad, propagando el miedo entre los habitantes de Terni. El temor de desaparecer durante la noche en medio de ruido de alas batiendo y hedor a ciénaga se tornó una certeza. La Junta de Ancianos se reunió con gran pompa para tratar de encontrar una solución a este peligro y resolver el grave problema que amenazaba a Terni. Como resultado, los hombres más valientes fueron convocados al Ayuntamiento. Se presentaron una docena entre condotieros y mercenarios extranjeros, pero cuando se rebeló la misión nadie tuvo el coraje de dar el paso adelante para enfrentar a Thyrus. Parecía no existir una solución a la amenaza. Fue entonces cuando un joven de la Casa Noble de Cittadini se presentó y se ofreció a enfrentar al dragón. Al amanecer, cruzó las puertas de la ciudad armado como caballero camino al pantano. Encontró a Thyrus dormido entre el fango y la hojarasca, en un bosquecillo anegado y espada en mano lo obligó a salir a la luz. El animal se levantó y corrió hacia él. Afortunadamente, un rayo del sol de la mañana golpeó la espada del caballero y el reflejo de la misma deslumbró a Thyrus, que titubeó. El caballero aprovechó el momento para matarlo cortando su cabeza de un solo golpe. La sangre del guiverno salpicó la hoja de la espada de espinelas rojas. Después de haber recibido la noticia de su muerte, la gente del pueblo fue al lugar de la lucha para ver por sí mismos lo que había sucedido y los festejos de la victoria duraron varios días. El joven recibió las tierras donde el monstruo había vivido y en memoria de esto, la Junta de Ancianos decidió colocar a Thyrus en el escudo de armas de la ciudad y permitió al joven caballero utilizarlo en el blasón de su linaje. En Macchia di Bussone existe un monasterio de finales del siglo VII o principios del VIII, edificado sobre una antigua villa romana, dónde está el sepulcro del caballero de Cittadini. La espada lo acompañó al monasterio, atesorada junto con la mano derecha del caballero en un relicario de una estancia lateral, al lado del presbiterio. La fe, el folklore y obviamente el supuesto contacto con sangre de guiverno brindaron a “La Spada del Drago” la dimensión de “espada mágica”. Fue robada y recuperada media docena de veces, desapareciendo para siempre durante la llamada guerra de la Sal (1540) en un saqueo perpetrado por lansquenetes alemanes al servicio del ejército papal. La Wyvern está forjada recreando las propiedades dinámicas y funcionales de las espadas del tipo XVIIIc de Oakeshott. En su diseño se aplicaron los principios de la geometría medieval como guía en la definición de sus proporciones. Wyvern tiene una hoja de 85 cm con un ancho que es una doceava parte de su longitud y la empuñadura es tres veces más larga que el ancho de la hoja. El tipo Oakeshott XVIIIc se usó durante la mayor parte del siglo XV, aunque se desarrolló a fines del siglo XIV. Se caracteriza por su hoja larga y ancha con una sección de diamante terminada en una punta aguda y reforzada. Forjada en acero 5160 Peso: 1500 gramos Longitud total: 108 centímetros Punto de percusión: 50 centímetros de la guardia Punto de equilibrio: 12 centímetros de la guardia Dureza Rockwell: 57 Pomo con incrustación de oro. Vaina de madera forrada en cuero con repujado en estilo de época.

Wyvern Sword

The Wyvern or Wivern stands out from the European medieval bestiary as a winged dragon with only two legs usually depicted as menacing front claws. Yet, some manuscripts illustrate it as bipedal, rearing up on its hind legs. It has a ringed serpent-like body and barbed tail. Its wings may be feathered as a falcon or membranous as a bat.

Legend has it, Wyverns were cunning predators. They would stealthily fly over their prey careful, not to give themselves away with their own shadow. They would lurk above the foliage of towering trees, devouring cows, sheep, and people. They were extraordinarily strong and resilient, they breathed poison, and, often, their blood had magic powers.

This sword's story begins in a small city called Terni, in the region of Umbria, set deep in the very heart of Italy. Six hundred years before Christ, Terni was already present in  Roman Empire’s documents. When it fell, it was successively occupied by the Ostrogoths, Byzantines, and Lombards. Adjacent to Terni, there existed a region stretching between the Nera and the Serra rivers that would be flooded for most of the year, making up  a sinister marshland. And it was on those swamplands where, at the dawn of the Middle Ages, the legend of Thyrus the Wynver was born.

Once upon a time, there was a terrible beast called Thyrus, a kind of dragon or winged water snake that lived in the wetlands near Terni, in a region called “La Chiusa.” Documents of that period depicted it as follows: “Thyrus è un animale simile al Drago con due piedi con ale e con lunga coda e ritorta”, Thyrus is an animal similar to a two-legged winged drake with a long spiraling tail. Citizens of La Chiusa were besieged and killed by an ox-sized Wyvern. Those who wandered by would fall ill and die from the monster’s venomous breath.  After laying waste to La Chiusa, the Wyvern started slipping through the city streets, spreading fear amongst the citizens of Terni.

The Fear of vanishing in the midst of the night, surrounded by the sound of beating wings and the foul swamp stench turned into a reality. The Elder Council gathered with great ceremony to try to come up with a solution to this woe, and to solve the serious trouble threatening Terni. Consequently, the bravest men were summoned to the City Hall. A dozen men counting Condottieri and foreign mercenaries showed up, but the moment the mission was revealed, none of them had the courage to take the next step and face Thyrus. The problem seemed unsolvable. It was only then, that a young man of the Noble House of Cittadini came forward and volunteered to face the dragon. At daybreak, he stepped outside the city gates in his knight armour and headed towards the swamp. In a waterlogged cospe, he found Thyrus sleeping, covered in mud and and dead leaves. Sword at the ready, he forced the creature out into the light. It rose up and charged him. Fortunately, a ray of the morning sun hit the knight’s sword blinding Thyrus with its glare, making it falter. The knight seized the opportunity to slay the drake severing his head off with a single stroke. The Wyvern’s blood covered the blade in ruby spinels. Upon hearing the news of its demise, city dwellers rushed to the place of slaughter to see it with their own eyes. Victory celebrations lasted several days. The young man was granted the lands where the monster had lived. In memory of these events, the Elder Council decided to immortalized Thyrus in the city’s coat of arms and allowed the young knight to use it in his family’s blazon. In Macchia di Bussone, built upon an old Roman Village, stands a late 7th century or early 8th century monastery, which houses the remains of the late Cittadini Kight. The sword followed him to the monastery.  In a lateral room next to the high altar, it is treasured alongside his right hand inside a reliquary. Faith, folklore, and, of course, the presumed contact with wyvern blood conferred the Spada del Drago its “magical” nature. It was stolen and recovered half a dozen times, only to vanish forever during the so-called 1540 Salt War in a looting perpetrated by German Landsknechts serving the Pope’s army.








Ejemplos: 
1 Detalle de la única representación contemporánea de Juana de Arco (1429) dibujada en el margen de un documento por el escribano Clément de Fauquembergue, del parlamento de París. Tranquilamente podría ser una XVIIIc

3 La reina Dido se hunde en el pecho la espada de Eneas, una tipo XVIIIc, Alsacia circa 1450

2 y 4 Manuscrito francés fechado en 1420, se puede apreciar los contendientes utilizando espadas tipo XVIIIc (con rain-guard, muy difundido en el siglo XV)  y apreciarse la toma con ambas manos

5 Manuscrito de Wolfram von Eschenbach's Parzival. Hagenau, década de 1440. Ambas espadas parecen corresponder al tipo de Wyvern

6 Manuscrito Roman de Tristan et Iseut, Francia 1410 -1420


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